Marketing social en los días mundiales: el caso del suicidio

 Cambia la narrativa




El martes día 10 de septiembre de 2024 se celebrará una nueva edición del Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Esta jornada está organizada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sus objetivos son visibilizar el fenómeno como problema social y de salud pública, reducir el estigma y llamar a la acción a la sociedad, las organizaciones y los gobiernos. Este año el mensaje central es de gran simplicidad, concreción y contundencia: “El suicidio se puede prevenir”, acompañado del lema “cambia la narrativa”.

La existencia de días dedicados a fomentar diferentes aspectos relativos a la salud tiene un enorme valor desde el punto de vista del marketing social porque supone una oportunidad de centrar la atención de la sociedad en aspectos concretos que pueden modificar sus actitudes y conocimientos sobre un fenómeno. Esto permite dedicarle un espacio en los círculos políticos, en la administración sanitaria y en los medios de comunicación, así como en la sociedad en su conjunto.

Kotler: las teorías sobre el marketing social.

En el último cuarto del siglo pasado Philip Kotler y Gerald Zaltman impulsaron una nueva disciplina, el marketing social, Kotler lo definió como “el diseño, implantación y control de programas que buscan incrementar la aceptación de una idea o causa social en determinados grupos objetivo”. Con la finalidad última de provocar un beneficio de carácter social y usando los mismos instrumentos de la publicidad o la investigación de mercados se gestó esta teoría que podría incidir en el cambio de actitudes y conductas y que también podría usarse para mejorar la salud o prevenir el suicidio. Usar estrategias alrededor de la celebración de los días mundiales es un tema para reflexionar y darle sentido a estas efemérides.


Buenas prácticas en prevención del suicidio

En este sentido el número de actividades que desde diferentes entidades públicas y privadas de nuestra comunidad y a nivel estatal se van multiplicando a lo largo de los años con la finalidad de dirigir una mirada diferente al fenómeno suicida y para cambiar su concepción.

No podemos dejar de destacar en este sentido el papel de las entidades locales como núcleos de poder más cercanos al día a día de la ciudadanía, y con un potencial efecto preventivo y de educación en la salud inconmensurable. La Red de Acción Local en Salud de Andalucía se convierte de esta forma en un importante vehículo para trasladar las políticas de prevención a los espacios más cercanos a la población.

Para hacer una revisión de buenas prácticas, nos centraremos en un municipio de la sierra gaditana. Arcos de la Frontera, junto a otras iniciativas.


Marchas solidarias

El desarrollo de marchas y carreras o en modalidad de manifestación ha sido un clásico en la visibilización y reivindicación de derechos. Si bien las carreras y marchas han sido organizadas por asociaciones en duelo, las manifestaciones y reivindicaciones han tenido un carácter más general de prevención sobre todo ligado a motivar a la creación de un Plan Nacional.

El Ayuntamiento de Arcos de la Frontera participa en este apartado en la IV Marcha de Prevención del Suicidio que viene organizándose en este municipio gaditano desde 2020. La entidad organizadora, UBUNTU, una asociación de personas en duelo por suicidio a nivel andaluz, sigue la estela de otras asociaciones a nivel español, como AFASIB que organiza este año la VI Marcha y Carrera para la Prevención del Suicidio de las Islas Baleares.
A nivel español la asociación La Niña Amarilla organiza también “la marcha amarilla” el próximo 15 de septiembre en Madrid con el objetivo de reivindicar la necesidad de crear un plan de prevención a nivel nacional.


El simbolismo del color amarillo

Una actividad simple, económica y que puede aportar mucha visibilidad consiste en el uso del color amarillo para iluminar espacios emblemáticos. En el caso de la Sierra de Cádiz, los pueblos de Arcos de la Frontera y Setenil participan en la iniciativa “Vístete de Amarillo” que ya se realizó en otros municipios gaditanos en su primera edición.
En el caso de Arcos de la Frontera se iluminará en esta ocasión el puente de San Miguel lo que da una enorme visibilidad a la iniciativa.





Actividades de sensibilización y formación

El día mundial de la prevención del suicidio es también una oportunidad para la organización de actividades divulgativas, de sensibilización y formación tanto a nivel general, como específicamente dirigidas a colectivos vulnerables concretos.

En el primer apartado en Arcos de la Frontera se desarrollará una conferencia con el nombre de bienestar psicológico en el medio local. Esta actividad tiene como objetivo prevenir el suicido mediante la promoción de los factores protectores de tipo psicológico y la resiliencia. Pequeños consejos para permitir a las personas una mejor adaptación a los retos del entorno.


En el caso de los colectivos vulnerables, también se celebrarán actos de formación en prevención en privación de libertad para funcionarios de prisiones y cuerpos de seguridad del estado, en este caso en el Campo de Gibraltar (Cis y Centro Penitenciario de Algeciras).







Los medios de comunicación
Los medios de comunicación son sin duda uno de los canales de transmisión de información que más contribuyen a la prevención del suicidio a nivel global. Formarnos para comunicar responsablemente sobre suicidio es primordial. Con este objetivo  y con la colaboración de otra entidad local, el Ayto. de Alcalá la Real, el próximo 15 de noviembre tendrá lugar el día Internacional del Superviviente del Suicidio dedicado a familiares en duelo. Con ese objeto, se organizará en este municipio jienense la entrega de los IV Premios “Papageno” de Periodismo Responsable en Prevención del Suicidio y un Taller de Comunicación Responsable.





La asignatura pendiente de la evaluación

Para aprovechar todo el potencial de estas actividades tenemos que salvar todavía un enorme escollo. Evaluar estas actividades es esencial para crear evidencia que nos ayude a tomar decisiones y elegir aquellas con un mayor impacto en la salud de la población.
En este sentido existen investigaciones y estudios que avalan el marketing social a través de sus resultados que debemos adaptar a nuestras intervenciones para hacerlas costo-efectivas y evitar el efectismo o las medidas meramente “estéticas”. No se trata de avalar la acción de un gobierno o institución concreto sino de aprender a usar estar herramientas para provocar cambios en las actitudes y hábitos de la población.

El Reto de las nuevas masculinidades

Si en esta ocasión se trata de dar visibilidad y cambiar el relato para luchar contra el estigma, queda mucho por trabajar para conseguir que las personas que sufren aprendan a pedir ayuda, lo que necesariamente debe ir acompañado de la mejora de los servicios que se le prestan pero que también tiene un componente de apoyo social informal dentro de los círculos familiares y sociales. Entre las personas que más barreras tienen a pedir ayuda cuando se encuentra ante problemas y más cuando son de salud mental están los hombres. Cambiar esta manera de entender la masculinidad puede salvar vidas al margen de mejorar otros muchos aspectos de nuestra vida social.

Más allá del día mundial


Evidentemente su utilidad es limitada si no se vertebran otra serie de actividades que se enfoquen en mejorar la atención de todas aquellas personas que sufren en primera persona las conductas suicidas y de las que nos gustaría destacar a los colectivos más vulnerables y que tienen una mayor dificultad para acceder a la atención adecuada ligada a sus problemas. Entre estos nos encontramos con las personas en riesgo, los más jóvenes y nuestros mayores, las minorías sexuales, las mujeres víctimas de violencia, las personas inmigradas, las personas en privación de libertad, las zonas rurales...

Conclusión 

Y por último no podemos evitar recordar que a pesar del esfuerzo de muchas comunidades autónomas por crear planes y estrategias de prevención de la conducta suicida, todavía no contamos en España con un Plan Nacional que aglutine y coordine dichos programas, así como recordar la necesidad de que estas estrategias se lleven a cabo de forma efectiva.

Así este martes te emplazamos a “pensar en amarillo”, el color elegido para dar visibilidad a la prevención del suicidio a nivel internacional. Acabar con el estigma constituye uno de los pasos claves para reducir el número de muertes por suicidio y el sufrimiento de las personas y su entorno familiar y social que sufren conductas suicidas. Y ahí todos podemos decir mucho. ¡Te esperamos!



Daniel Jesús López Vega es psicólogo sanitario y técnico de la Delegación Territorial de Salud y Consumo en Cádiz

 




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