El impulso de los planes locales de salud está consiguiendo que éstos pase a formar parte de la cultura de los pueblos andaluces, por los buenos frutos que producen. El mundo rural conoce que hay que sembrar para recoger el fruto, cultivar, preparar el terreno, regar... al final se recoge la cosecha, sometida a los avatares del clima pero fruto del trabajo.
Pero ¿Todos los planes han de ser iguales? No, depende del terreno y de las necesidades de cada pueblo, pero si todos no han de ser iguales, todos tienen que hablar de igualdad entre los hombres y las mujeres, que son los surcos de ese campo que conforma la sociedad y entre los que deben anidar las semillas para que florezca la cultura. Buscar el fruto de la igualdad entre mujeres y hombres, entre niñas y niños, es hacer cultura y un cultivo necesario.
Después, aparecieron los poblados (6.000 a 3.000 a.c.) y la ley del más fuerte y hablamos de la fuerza bruta, hegemonía de la sociedad patriarcal donde el padre acumula todo el poder, la mujer queda subordinada al marido y al igual que los hijos, es su propiedad.
Se instalaron las desigualdades, quizás fue una cuestión de miedo y envidia psicológica hacia las mujeres, a sus capacidades de disfrutar y de procrear. También surgieron las dictaduras sobre hombres y mujeres como formas del poder social, y el poder se demuestra al fin y al cabo con la violencia impune sobre el semejante, sobre las mujeres, quedando su historia silenciada.En nuestros pueblos, el fruto de la igualdad entre mujeres y hombres hay que sembrarlo, cultivarlo, para que todas y todos podamos ser más felices, y construir sociedades más prósperas y con mayor bienestar. Por eso, todo Plan de Salud Local debe luchar contra la violencia de género, uniendo en este objetivo a hombres y mujeres, colaborando y compartiendo en esta lucha por la igualdad, como el espíritu de este texto es compartido con mi marido.
PLANES LOCALES DE SALUD POR LA IGUALDAD.
Silvia Costas Roldán
Técnica de Salud de Educación para la salud y participación ciudadana del AGS Norte de Huelva
Sigue siendo necesario sembrar igualdad y respeto hacia las mujeres desde todos los planes y programas de promoción de la salud. Mis felicitaciones por tu artículo, Silvia Costas.
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