Crear esperanza a través de la acción: prevención del suicidio desde lo local.

En los últimos tiempos las agendas o setting de los medios de comunicación, de los partidos políticos y del mundo asociativo han partido el silencio en cuanto al suicidio. Ahora ha llegado la hora de actuar

Día Mundial de Prevención del Suicidio 2022

El sábado 10 de septiembre celebramos el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, un arma de doble filo que ayuda a visibilizar el problema y a luchar contra el estigma, pero que no puede hacernos olvidar que, cada día, y no solo este, se salda en España con 11 muertes registradas por esta causa. 

Organizado cada año por la Asociación internacional de Prevención del Suicidio (IASP) y con el importante aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el trienio 2021-2023 el lema elegido para este evento es bastante elocuente: “Crear esperanza a través de la acción”.

El suicidio ha sido una causa de muerte históricamente estigmatizada, considerada pecado e incluso delito. Esto ha mantenido el problema de forma invisible y castigado por la inacción social. Era situado en el terreno de la moral y del tabú responsable de importantes consecuencias sanitarias, familiares y sociales, rodeado de vergüenza y culpa, que se extendió no solo a la víctima, sino a su entorno. Se calificó el suicidio como antinatural, a la persona con conducta suicida como débil, incapaz, manipuladora, peligrosa y cobarde (o en su vertiente más romántica como un héroe) y el duelo por suicidio se convirtió en un calvario emocional, un duelo prohibido que se cronificaba y parecía insalvable. 

Consecuencias sanitarias y sociales del suicidio

Sin embargo, el suicidio es un fenómeno complejo y multicausal que desde hace años se ha convertido en la primera causa de mortalidad externa en España. En 2020, último registro publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se cuantificaron 3.941 muertes por suicidio, claramente infraestimado. Este número de víctimas mortales supone el mayor registro de la serie histórica, lo que ha provocado una fuerte reacción social y una mayor visibilidad. La visibilidad se ha relacionado especialmente con el aumento de personas jóvenes con conductas suicidas y autolesiones relacionado con el COVID-19, el confinamiento y la distancia social. Este problema va unido también a un aumento de las conductas adictivas y a los trastornos alimentarios entre los más jóvenes. 

Por otro lado, se estima que el número de intentos de suicidio se mueve en torno a los 20 por cada fallecimiento y el numero de personas del entorno afectadas van desde las 6 defendida por Schneidman, a las más de 100 registradas en estudios posteriores. 

Pero el problema no solo se circunscribe a lo sanitario. La muerte de personas jóvenes aumenta la brecha de los Años de Vida Potencialmente Perdidos (AVPP) lo que no solo influye en factores de salud pública sino que es una tragedia social y económica. Sin embargo, los jóvenes no son los únicos afectados. Mientras el mayor número de suicidio se da en los intervalos etáreos intermedios, las mayores tasas se dan entre las edades más avanzadas. La soledad no elegida, las enfermedades crónicas y los valores sociales están detrás de esta distribución que castiga especialmente a nuestros mayores.

Suicidio y vulnerabilidad social

Aunque el suicidio es un fenómeno universal que se da en todas las culturas, clases sociales y niveles socieconómicos, comprenderlo en toda su complejidad nos obliga a ponernos las gafas de lo social y a estudiar las desigualdades sociales y sus determinantes.

No en vano, queda mucho por investigar para conocer las razones que explicarían la paradoja de género que está detrás de que mientras que 3 de cada 4 de los fallecidos por suicidio sean hombres el número de intentos se distribuye a la inversa. Y también para conocer profundamente como influye la profesión y el entorno laboral en el número de muertes, o por qué las personas del colectivo LGTBIQ+, las personas con privación de libertad, las personas sin hogar, las migrantes, las víctimas de violencia machista, de acoso escolar, laboral y/o sexual y otros colectivos con riesgo de exclusión social presentan peores datos en este ámbito. 

Plan Nacional de Prevención del Suicidio: la eterna asignatura pendiente

Pese a todo lo anterior, y en contra de las recomendaciones de la OMS, España sigue hoy sin un Plan Nacional de Prevención del Suicidio. Este tema ha quedado relegado al ámbito autonómico,  fomentando una enorme variabilidad en la prevención y el tratamiento, convirtiendo el territorio nacional en un puzle difícil de manejar y creando diferencias claras en el abordaje de las conductas suicidas. 

De esta forma, el suicido es contemplado dentro de la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (2022-2026) aprobada por el comité institucional de la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud y por el Consejo Interterritorial. Este documento incluye en su Línea estratégica 3 la “Prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida”. En esta linea, se recomienda de forma escueta: fomentar la cooperación en el marco de la Agenda 2030, fomentar una adecuada continuidad de cuidados de las personas con tentativas, promover la formación y capacitación en atención primaria, desarrollar una atención adecuada a la edad y facilitar la labor informativa de calidad que evite el alarmismo, estigma, prejuicios y estereotipos de las conductas suicidas.

Prevención del suicidio desde lo local

Y es en este caldo de cultivo donde cobra especial relevancia el abordaje de las conductas suicidas desde una perspectiva local. Mientras que los datos sobre el suicidio publicados anualmente son generales y globales, la realidad nos habla de una necesidad de estudiar las zonas pequeñas para comprender qué, cuánto, cómo y dónde sucede y sobre todo, implementar medidas preventivas eficaces.

Pero, ¿qué se puede hacer desde las administraciones locales desde un ámbito comunitario para combatir este mal social? Pues bien, nos parece que no es poco, y desde aquí, apoyando el lema de este Día Mundial, ofrecemos a modo de reflexión diversas acciones que puedes implementar en tu zona. De este modo, se abrirá el camino para crear planes estratégicos que respondan a este problema con la fuerza y seguridad que da la cercanía al ciudadano y el conocimiento sobre la idiosincrasia propia de cada zona.

Declaraciones institucional

El suicidio y otros temas que afectan gravemente a la población deben estar al margen del debate ideológico y circunscribirse a lo técnico. Déjese asesorar por profesionales avezados en el tema y venza la tentación de instrumentalizarlo y simplificar sus causas o someterlo a un debate ideológico poco fructífero.

Crea consenso alrededor del tema y realiza una declaración de intenciones (Cádiz, p.e.). Consigue que el máximo de actores clave de tu municipio se unan. Como escenario, elige preferentemente actos sociales para realizar la declaración. El pleno municipal puede ser un lugar ideal para realizarlo contando con el máximo de apoyos posibles 

Los planes locales de salud y el suicidio

Si está creando el plan local de salud de su municipio, ha de renovarlo o puede incluir una adenda, investigue las cifras de conductas suicidas dentro de su zona (no solo el número de muertes) y haga una lista de recursos que le lleven a establecer acciones para su abordaje. Recuerde que hay características propias de cada zona que puede obstaculizar una comunicación fluida sobre este tema, por lo que es importante que también realice un trabajo cualitativo que ayude a entender y vencer dichas dificultades. Esta es una fase clave para asegurar el éxito de las acciones, pero evita la “parálisis por análisis”. Actuar es el fin y el análisis solo es un medio. Recuerda que el suicido necesita de un abordaje comunitario y no simplifiques las acciones a lo meramente sanitario si deseas tener éxito en tu plan. 

Incluya en su investigación a instituciones de diversos ámbitos (sanitario, educativo, laboral…) y al movimiento asociativo. Recuerde que se debe evitar el alarmismo y que el mensaje que debe primar es la esperanza, ya que el suicidio es un problema prevenible y no es fruto de un “mal divino” sino de complejas interacciones de factores personales, familiares, y sociales. 

En lo últimos tiempos han empezado a registrarse iniciativas de este tipo entre diversos ayuntamientos como el de ArroyomolinosTeruel o San Cristóbal de La Laguna

Márketing social en el suicidio

Hablar del suicidio de forma responsable se estima como un instrumento clave para deconstruir los mitos y acabar con el estigma. Utiliza los medios de comunicación locales para trasmitir información fiable. Cuenta con expertos sobre el tema y convierte a los medios en tus mejores aliados de prevención  y sensibilización. Para hacerlo, puedes guiarte por las recomendaciones de organismos como la OMS o el Ministerio de Sanidad. Actualmente La Escuela Andaluza de Salud Pública y Papageno premian la comunicación responsable sobre la conducta suicida  (EASP & PAPAGENO). 

Pero quizás quieras ir más allá. Te invitamos a conocer los rudimentos del marketing social, que Philip Kotler definió como el uso de estrategias de marketing para “el diseño, implantación y control de programas que buscan incrementar la aceptación de una idea o causa social en determinados grupos objetivo”.

Para profundizar sigue el siguiente enlace para conocer las experiencias desarrolladas en Valencia  o Mijas, o accede al Manual de “Mercadotecnica Social en Salud” para poder elaborar campañas sistemáticas y evaluadas.  

Sensibilización y lucha contra el estigma

Trabaja los 365 días para mejorar las condiciones de vida de tus ciudadanos y prevenir de esta forma el suicidio, pero aprovecha el Día Mundial y otras fechas importantes (Día del superviviente por suicidio, Día Mundial de la Salud Mental) para hacer visible el problema y crear actividades que puedan remover conciencias. Encontramos experiencias, por ejemplo, en Málaga, Arcos de la FronteraLeganés  o Toledo.

Evita utilizar casos individuales para sensibilizar, más si es en entornos con pocos habitantes. Hablar de casos individuales puede provocar una revictimización y es más probable que contravengamos las recomendaciones para hacer comunicaciones responsables.


Formación

El abordaje del suicidio no requiere exclusivamente buen corazón, sino profesionalidad. Evita caer en “buenismos”. ¿Permitirías que una “buena persona” sin los conocimientos necesarios te operara del corazón? Fórmate y ayuda a formar a empleados municipales (Policías locales, personal de servicios sociales o multidisciplinares,...) y todos aquellos colectivos que puedan ayudarte con este objetivo.

Incluso los profesionales que más tiempo dedicamos a esta actividad profesional, no estamos exentos de tener nuestros propios mitos e ideas irracionales. Combátelos con formación, asesoramiento profesional y lectura de fuentes fiables. 

Colaboración con los movimientos asociativos

El movimiento asociativo es esencial en los procesos democráticos y la evolución social. Su carácter reivindicativo remueve conciencias y cumplen una función que ayuda al desarrollo y empuja al cambio. 

Distingue qué acciones de estas conducen a su propia supervivencia y mantenimiento de recursos de aquellas acciones que buscan mejorar la situación. No te dejes llevar por tus prejuicios y trabaja con asociaciones que mantengan una actitud crítica y no complaciente y que estén abiertas a colaborar.

Apoyo al duelo para personas que han perdido a un ser querido por suicidio 

Los problemas del suicido no acaban con la muerte de una persona sino que se mantienen en su entorno familiar y social después de la pérdida. Las entidades locales, dentro de su plan local de salud pueden contribuir a generar este tipo de iniciativas dentro de la filosofía de la ayuda mutua. En Andalucía, nos encontramos con la experiencia de Cádiz y Jerez donde existen iniciativas donde colabora el Ayuntamiento. También existen grupos de este tipo en Sevilla, Córdoba y Jaén (UBUNTU & PAPAGENO) y en Málaga (Asociación Alhelí


Reducción de puntos calientes: el control de métodos

La OMS defiende como uno de los factores clave en el control del suicidio la reducción de la accesibilidad a métodos letales. Seguro que conoces los puntos calientes (hotspots) de tu municipio. Pregunta también a actores clave. Por desgracia estos puntos o lugares donde se concentran los casos de suicidio están en el imaginario público y provocan un efecto de imitación. Suelen estar envueltos en una atmósfera “mítica” y su alta letalidad los hace incluso lugares de peregrinaje de personas de otras zonas. 

Haz un mapa de estos puntos y dificulta su accesibilidad. Existen ejemplos en nuestra comunidad, en nuestro país, incluso a nivel internacional, donde uno de los más conocidos es en EEUU. Estas medidas han salvado muchas vidas.

Los lugares no son solo los puntos que se pueden controlar, hay métodos que necesitan de una revisión y reflexión ¿Cómo se deben almacenar las armas de fuego para ser más seguras? ¿Pueden los farmacéuticos y otros profesionales sanitarios sensibilizar sobre el uso adecuado de los psicofármacos y las medidas de seguridad necesarias en su uso y almacenamiento? 

Conclusión

En consecuencia, entendemos el suicidio como un problema social que debe ser abordado por el conjunto de la sociedad de forma contundente desde una perspectiva comunitaria, moviendo al cambio social, potenciando los valores sociales y de inclusión, combatiendo las desigualdades e inequidades en salud y contemplando la vertiente local como clave en su control. 

En los últimos tiempos las agendas o setting de los medios de comunicación, de los partidos políticos y del mundo asociativo han partido el silencio en cuanto al suicidio. Ahora ha llegado la hora de actuar. Recuerda que en el tiempo que se tardó en escribir este artículo han muerto decenas de personas por suicidio en el mundo. Hablar es el primer paso, actuar desde la esperanza es una obligación ética de todos y especialmente de todas aquellas personas que han convertido la  política local y la administración en su trabajo diario. Frente a la prevención del suicidio, no estamos solos.  





Autoría: Daniel Jesús López Vega. Técnico de Salud de la Delegación Territorial de Salud y Consumo en Cádiz y Presidente de la Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida “Papageno” 

Comentarios

  1. Enhorabuena Dani por tu inagotable labor. Gracias. Un abrazo y Salud.

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  2. Anónimo es Antonio Vergara.

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