"Nuestro planeta, nuestra salud" Día Mundial de la Salud 2022

Nuestro planeta es un organismo vivo, en donde todas las criaturas que lo habitan, incluidos nosotros, los humanos,  dependemos de él.

En este sentido, cualquier mal o enfermedad global que le afecte, tarde o temprano, directa o indirectamente, en mayor o menor grado, repercutirá en nuestra salud, en nuestro bienestar.

Desde que se empezó a estudiar el cambio climático, desde todas las organizaciones e instituciones, existe el consenso de que el estado de salud de la Tierra es la principal amenaza para la salud mundial.

La OMS, en sus estudios de impacto del medio ambiente en la salud considera como muy importantes los siguientes factores:

·Humo proveniente del uso de combustibles sólidos.

·         Contaminación del aire y del agua.

·         Sistemas de saneamiento e higiene.

·         Radiación ultravioleta.

·         Cambio climático.

·         Concentraciones de plomo y mercurio en los alimentos.

·         Tabaquismo.

Diferentes estudios ponen de manifiesto que fenómenos como los cambios drásticos en las temperaturas, las sequías,  las inundaciones, contaminaciones o la degradación agrícola causan o empeoran todo tipo de patologías:

·         Respiratorias,

·         Cardiovasculares,

·         Renales,

·      Neurológicas,

·         Oculares,

·         Dermatológicas,

·         Gastrointestinales y,

·         Mentales por ansiedad y depresión.

Pero son los efectos indirectos o complejos que provocan estos cambios los que menos conocemos, habiendo incluso algunos que no sospechamos. No sabemos, por ejemplo, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad pueden afectar a nuestros microbiomas, cómo la desaparición de ciertas especies puede influir en nuestras vidas. En este sentido, sí sabemos acerca de algunos de los efectos complejos, como por ejemplo el de la interrelación entre cambio climático, conflictos sociales y guerras, movimientos migratorios y sus impactos en la salud.

Por otra parte, los cambios en los patrones del clima afectan al acceso al agua potable y a la producción de alimentos básicos.

“El cambio climático es una amenaza lenta, pero muy peligrosa


De este modo,  abordar el cambio climático puede ser la mayor oportunidad para la salud pública global del siglo XXI, pero los comportamientos, los hábitos y estilos de vida saludables son difíciles de llevar a cabo en un entorno contaminado que afecta al aire que respiramos, a los alimentos que comemos, al ruido que interrumpe nuestro descanso, así como al estrés de las grandes ciudades.

Es la actividad humana desmesurada la principal causa de este cambio, de igual modo, que revertir las circunstancias pasaría por lograr que la actividad humana se desarrollara de manera sostenible con el ritmo de vida y regeneración de nuestro planeta.

Y con este escenario, ¿Qué podemos hacer?

En el punto en el que nos encontramos actualmente, no es suficiente reducir las emisiones de CO2, por ejemplo, sino que es necesaria una contribución positiva:

·         Es necesario promover cambios importantes en nuestra manera de pensar y de hacer.

·    Conocer mejor los factores y procesos que determinan los problemas sociales y ambientales relacionados con la salud y la enfermedad que promuevan políticas ambientales y de salud adecuadas.

·         Desarrollar nuevos modelos institucionales y de gobernanza.

Además de los grandes acuerdos entre gobiernos, entidades o instituciones para mejorar la salud de nuestro planeta, serían muchas y  muy positivas las contribuciones que desde la ciudadanía podríamos llevar a cabo.

En este sentido, estaríamos hablando de una sostenibilidad social:

1.      Reduce emisiones:

·   Usa menos el coche privado. Siempre que puedas utiliza medios de transporte sostenibles como la bicicleta o usa más el transporte público.

·     Ante largas distancias, lo más sostenible es el tren, por encima del avión, causante de gran parte de las emisiones de CO2 emitidas a la atmósfera.

·   Si tienes que utilizar el coche recuerda que cada kilómetro que aumentas la velocidad aumenta considerablemente el CO2 y el gasto.

 


2.      Ahorra energía:

·   No dejes el televisor y el ordenador en stand-by. Un televisor que permanece encendido durante tres horas al día y en stand-by las 21 horas restantes consumirá un 40 por ciento de la energía total en el modo de espera.

·      No dejes el cargador de tu móvil enchufado todo el tiempo –aunque no esté conectado al teléfono– porque seguirá consumiendo electricidad.

·         Ajusta siempre el termostato, tanto para la calefacción como para el aire acondicionado.

·         Apaga las luces que no necesitas tener encendidas.

 

3.      Vigila los electrodomésticos:

·    Tapar la cazuela mientras cocinas es un modo de ahorrar mucha energía. Aún mejor son las ollas a presión, que ahorran un 70 por ciento de energía.

·      Usa la lavadora y el lavavajillas sólo cuando estén llenos. Si no lo están, usa programas económicos. No hace falta poner una temperatura alta, ya que hoy los detergentes son eficaces incluso cuando es baja.

·   Si el frigorífico y el congelador están cerca de los fuegos o de la caldera, consumirán mucha más energía. Si son viejos, descongélalos periódicamente.

 


4.      Cambia las bombillas:

·   Reemplazar una bombilla tradicional por una de bajo consumo ahorra. Cierto que la segunda es más cara, pero resulta más económica a lo largo de su vida.

 

5.      Pon en práctica las 3 ‘R’ de la sostenibilidad:

·         Reduce. Consume menos, de manera más eficiente.

·         Reutiliza. Aprovecha los mercados de segunda mano y practica el intercambio.

·         Recicla envases, residuos electrónicos, etc.

 



6.      Reduce el embalaje:

·      Escoge productos con poco envase: una botella de 1,5 litros genera menos residuos que tres de medio litro.

·         En la compra usa bolsas reutilizables.

·         Evita las toallitas húmedas y de papel.

 


      7. La dieta, mejor baja en carbono:

·         Aumenta el consumo de frutas, verduras y hortalizas.

·   Compra productos de proximidad y de temporada: lee el etiquetado y consume aquellos que tengan un origen cercano, evitando las importaciones que suponen emisiones extra por el transporte.

 

8. Actúa contra la pérdida de bosques:

·  Evita realizar prácticas que puedan suponer un riesgo de incendio como hacer una barbacoa en un espacio natural.

·    Si tienes que comprar madera, apuesta por aquella con certificación o sello que asegure su origen sostenible.

·      Planta un árbol. Cada árbol puede absorber hasta una tonelada de CO2.

 


9. Lucha contra el cambio climático utilizando menos agua caliente:

·         Es necesaria una gran cantidad de energía para calentar agua.

·         Instala un regulador de caudal del agua en la ducha.

·         Lava con agua fría o tibia.

·         Gastas cuatro veces menos energía si en vez de un baño te das una ducha.

·         Cierra el grifo mientras te lavas los dientes o te afeitas.

·         Asegúrate de que tus grifos no gotean.

 


10. Apoya las energías renovables:

·   Escoge una energía verde y promueve la generación de energías renovables como la solar, eólica, hidráulica.

Cuidar el medioambiente no requiere grandes acciones, desde nuestras casas, podemos hacer muchos gestos para contribuir a su protección. La actual emergencia climática requiere que todos pongamos de nuestra parte para mejorar la situación. Además, seremos un referente para los más pequeños.

La idea es que nos concienciemos y que enseñemos a toda la población, principios y valores para cuidar el planeta en el que vivimos, los animales, los árboles y las plantas y todos los recursos naturales.







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