Una ciudad que favorece la accesibilidad de sus vecinos es una ciudad saludable. El espacio urbano debe ser, ante todo, para su ciudadanía y, de tal modo, debe ser inclusivo, comprensivo, sensible y receptivo a sus necesidades y expectativas. (Declaración de Zagreb)
El Urbanismo como Determinante de la Salud
En el mundo actual, es indiscutible que el urbanismo desempeña un papel determinante en el mantenimiento de la salud de las personas y en la prevención de enfermedades. La planificación urbana define el aire que respiramos, la calidad de los espacios que utilizamos, el agua que bebemos, la forma de desplazarnos y el acceso a los alimentos y a la atención sanitaria.
Como establece la OMS en su Manual para integrar la salud en la planificación urbana y territorial, las decisiones relativas al urbanismo pueden generar riesgos para la salud de la población o agravar los existentes, o pueden promover entornos y estilos de vida más sanos y propiciar ciudades y sociedades saludables y resilientes. Algunos estudios han estimado que una mejor planificación urbana y del transporte puede evitar hasta el 20% de las muertes prematuras en las zonas urbanas.
Evaluación mundial de la carga de morbilidad por riesgos ambientales a través de un exhaustivo metasíntesis de las principales investigaciones sobre la relación de las enfermedades y las lesiones con el entorno.
El urbanismo pensado para dar accesibilidad a los Activos de Salud a las personas.
Un Activo de la Salud es cualquier factor o recurso que mejora la capacidad de las personas, grupos, comunidades, poblaciones, sistemas sociales e instituciones para mantener y sostener la salud y el bienestar, y que les ayuda a reducir las desigualdades en salud.
Como ha quedado evidenciado hasta ahora, el diseño urbanístico puede ser un activo en salud por sí mismo y condicionar el acceso a otros activos de salud de nuestro entorno.
Un urbanismo saludable debe tender a garantizar el acceso a toda la población a:
- Una alimentación saludable de cercanía
- Unos servicios públicos básicos, incluidos los sanitarios.
- Espacios de ocio y espacios naturales
- Una movilidad real y sostenible en su entorno
Para que el urbanismo pase a ser un Activo de la Salud en nuestros municipios, debemos realizar trasformaciones urbanas en nuestras ciudades y pueblos destinas a:
- Crear espacios verdes cercanos o facilitar el desplazamiento a ellos. Está demostrado que los espacios verdes, parques urbanos, jardines, calles arboladas o bosques, tienen numerosos beneficios para la salud, como la reducción del estrés y un mejor estado de salud general y mental. En niños y niñas, se relaciona con mejoras en la capacidad de la atención, desarrollo emocional y del comportamiento, incluso con cambios estructurales beneficiosos en el cerebro.
- Generar espacios de uso público abiertos, accesibles, atractivos y seguros. Estos espacios proporcionan bienestar a la ciudadanía y desarrollan el valor comunitario. Los espacios públicos multifuncionales favorecen la diversidad social e intergeneracional.
- Promover el diseño de áreas urbanas razonablemente compactas y de uso mixto. Este diseño favorece la movilidad activa, reduce la dependencia del automóvil y mejora el acceso a los productos y servicios por parte de todas las personas.
El Urbanismo pensado por y para las personas
Podemos acercarnos a vivir la ciudad desde la perspectiva de la metáfora del “Rio de laVida”.
Desde este punto de vista, existen dos etapas vitales fundamentales donde los determinantes de la Salud que condicionan el urbanismo, afectan de manera muy directa a las condiciones para mantener o aumentar nuestra salud: La infancia y la madurez.
Los primeros años de vida de nuestros niños, niñas y adolescentes son fundamentales para tener una vida adulta sana y plena. Estos años los desarrollan en entornos que limitan su crecimiento, no fomenta hábitos de vida saludable e incluso, les exponen a accidentes.
Las personas mayores encuentran un entorno que les limita sus desplazamientos, los aíslan socialmente, y les impide el acceso a servicios básicos de proximidad.
¿Qué espacio urbano debemos diseñar para niños, niñas y adolescentes y las personas mayores?
Urbanismo pensado por y para las personas mayores
- Diseñar espacios públicos dotados de elementos como fuentes, mobiliario, sombras, zonas de descanso, buena iluminación y seguros frente a lesiones o accidentes, que fomente las relaciones sociales y comunitarias evitando el aislamiento.
- Transporte público sostenible que garantice el acceso a los servicios básicos, zonas de ocio y espacios naturales.
- Itinerarios urbanos caminando, con calles de plataforma única, y reducción del paso de vehículos a motor y de su velocidad, elementos de seguridad y ayuda al caminar y con recorridos alternativos para evitar obstáculos insalvables (escaleras, fuertes pendientes…)
Urbanismo pensado por y para los niños, niñas y adolescentes
- Las zonas que rodean los colegios deben dotarse de elementos que fomenten la autonomía de los niños y niñas a la vez que generen seguridad en sus desplazamientos.
- Crear caminos seguros a la escuela diseñados con elementos que puedan identificar los niños, niñas y adolescentes
- Diseñar espacios de ocio para niños y niñas en zonas cercanas a las viviendas que incluyan las prioridades de los infantes y no solo una visión "adultocentrista" de la seguridad. Un parque infantil debe contener todos los elementos que ayuden a desarrollar las capacidades de los niños y niñas.
- Los espacios de ocio de adolescentes y jóvenes deben evitar la excesiva reglamentación de usos y deben ser suficientemente flexibles para su adaptación a la visión de su etapa vital.
Por último, y como otro activo en salud que deben fomentar las comunidades para mantener su salud, se encuentra la Participación Ciudadana. Como hemos visto anteriormente, debemos diseñar un entorno urbano en función de las personas que viven en él y de sus necesidades. Para ello es fundamental que este diseño se haga de forma conjunta, y que responda verdaderamente a la realidad de cada sector de la población y no a intereses particulares y/o económicos exclusivamente.
La evidencia ha
demostrado que el diseño participado de espacios públicos ha
mejorado su uso y funcionalidad.
Riogordo (Colombia)
Para conseguir este objetivo en nuestras ciudades y pueblos, de transformación de nuestro entorno urbano hacia espacios que influyan favorablemente en nuestra salud, contamos en la actualidad con una herramienta denominada “urbanismo táctico”. El urbanismo táctico es un proceso colaborativo para recuperar el espacio público y maximizar su valor compartido. Se trata de realizar en el entorno urbano intervenciones sencillas, de bajo costo y de rápida implementación y reversibles, para explorar alternativas de mejora de los espacios. Es una forma de fomentar la participación en el diseño o en la evaluación del resultado, alejados de las complicadas reformas urbanas de grandes presupuestos y eternos procesos administrativos. Acotar con jardineras u otros elementos nuevas zonas peatonales, pintar la calzada para usos exclusivos o compartidos o poner elementos no permanentes en los espacios públicos para favorecer determinados usos temporales, pueden generar impactos en salud muy deseables, que posteriormente podemos convertir en definitivos.
Los seres humanos somos el resultado de una multitud de factores que afectan a nuestra salud y bienestar y el entorno más cercano. Su diseño y ordenación, es uno de los determinantes más importantes para conseguir mantenerla. Deberíamos pensarlo bien antes de poner el próximo ladrillo.
MUNICIPIO |
ACCIÓN |
ARRIATE |
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ANTEQUERA |
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MÁLAGA |
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CÁDIZ |
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ALGECIRAS |
Aumentar los espacios peatonales y trazado urbano de carriles bici y red ciclista |
SAN JUAN DEL PUERTO |
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CHAUCHINA |
Referencias:
• Guías para el Abordaje de Temas de Salud Pública: “Entornos Saludables”
Fotos:
https://blogs.iadb.org/ciudades-sostenibles/es/peatonalizacion-para-la-salud-ciudadana-metodologias-participativas-y-experimentales-del-piloto-en-urbanismo-tactico-rionegro-calle-consciente/
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