El tabaco es el producto de consumo masivo que más impacta en la naturaleza, al provocar contaminación, deforestación, incendios forestales o cambio climático.
En este contexto, surge la
reflexión acerca de la combinación de ambos elementos, pues si por tod@s es
sabido del perjuicio que conlleva la conducta de fumar para nuestra salud, no
menos importante es el daño que tal comportamiento causa en el medio ambiente.
¡Nos afecta a tod@s!
Los daños a la salud ocasionados por el tabaquismo se repiten constantemente en campañas publicitarias para atacar este problema, sin embargo poco se habla de cómo el consumo del tabaco afecta al ambiente, tanto desde el proceso de elaboración como del desecho del producto:
- Cerca de 10 mil millones de cigarrillos son desechados al ambiente cada día.
El tabaco no sólo afecta a nivel respiratorio y cardiovascular, entre otros, a las personas consumidoras y a las de su entorno, sino que daña sobremanera al medio ambiente ya desde su proceso de siembra, pues necesita un gran número de plaguicidas para sobrevivir y ser cosechado. Para que el cigarro llegue a manos de sus consumidores pasa por un proceso en el que miles de sustancias químicas son añadidas a él. El humo que el cigarro desprende queda en el aire por horas y daña a muchas más personas, no solo al fumador.
Son muchos l@s consumidores/as que
tiran sus colillas en lugares inadecuados, bien en espacios urbanos, playas o
bosques, siendo en este último caso, causa de incendios forestales que dañan
nuestros bosques. Las colillas de cigarro representan entre el 30 y el 40 % de
los residuos recogidos en actividades de limpieza urbana y costera.
De acuerdo a la organización Ocean Conservancy, tirar una colilla de cigarro, al no ser biodegradable, (contiene acetato de celulosa que tarda unos 10 años en descomponerse), al llegar a mares, río, lagunas, manantiales, etc., puede contaminar hasta 50 litros de agua potable, ya que el filtro conserva, además, la mayoría de la nicotina y el alquitrán del cigarrillo.https://oceanconservancy.org/
Por otro lado, según la OMS, para elaborar 300 cigarrillos es necesario talar 8 árboles, eso sin contar los árboles usados en la fabricación del papel para el cigarrillo y las cajetillas, la construcción de los secaderos en los que se almacenan y la leña usada para curar las hojas del tabaco para que adquieran su característico aroma.
Por estas razones, la primera tarea
que tenemos por delante es la concienciación sobre el alto impacto que el
tabaco tiene no sólo para la salud humana, sino también para nuestro medio
ambiente.
El tabaco contribuye a la
contaminación ambiental y eso es algo de lo que no somos suficientemente
conscientes, ni la población general ni los responsables de las políticas
ambientales.
¡¡Demos un
abrazo a nuestro Medio Ambiente y tengamos un motivo más para decir “NO” al Tabaco!!
Campaña “Frente al COVID19, Salud
Local”: “Vida sin humo”:
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https://www.redlocalsalud.es/wp-content/uploads/2021/02/Poster_Tabaco_Covid19.jpg
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https://www.redlocalsalud.es/wp-content/uploads/2021/02/TABACO-Y-COVID.mp4
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