La obesidad en los tiempos de la COVID-19

Las personas obesas presentan más riesgo en caso de infección por COVID-19. Según un estudio de la Sociedad Española de Estudio de la Obesidad (SEEDO), el 80% de las personas ingresadas con forma de infección grave por coronavirus es obesa. Esto puede asociarse a que la alimentación es un pilar fundamental del sistema inmunitario, que es el encargado de defendernos frente a infecciones y enfermedades.

El tercer sábado de mayo se celebra el Día Europeo contra la Obesidad, la otra pandemia que afecta al mundo. En estos momentos, más del 50% de la población mundial no tiene un peso adecuado. Además, asistimos a un aumento de la obesidad infantil. Los problemas de salud que acarrea tener un peso por encima de lo normal son múltiples: diabetes tipo 2, presión arterial alta, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y cáncer, entre otros. En estos momentos, la obesidad es considerada la enfermedad más prevalente en la mayoría de los países en el siglo XXI.



Existe evidencia creciente que indica que la obesidad es un factor de riesgo independiente para enfermedades graves y muerte por COVID19. Tal y como afirmó Francisco José Tinahones Madueño, presidente de la SEEDO, en el transcurso del webinar
¿Cómo prevenir la obesidad en tiempos de COVID-19?, “La obesidad mata al año 2.800.000 personas y la COVID-19 ha matado un total de 3 millones. Son dos pandemias que se retroalimentan”. Está comprobado que la combinación sobrepeso/obesidad + COVID19 acarrea un peor diagnóstico de la enfermedad. 


En este sentido, Tinahones señala que las principales barreras son: la falta de concienciación política social y sanitaria, “el 50% de la población piensa que la obesidad es culpa del obeso. La sociedad no trata con respeto al obeso, algo que no pasa con otras enfermedades”, y la falta de percepción del individuo de que la obesidad es una enfermedad, “en un estudio realizado por la SEEDO, sólo el 18% reconocía  que era obeso. El estudio Aladino de 2019  refleja que los padres tampoco perciben la obesidad de sus hijos”. 

Una de la cuestiones a tener en cuenta al abordar el tema del sobrepeso/obesidad es, sin duda, el bienestar emocional. En el mismo entorno virtual, Verónica Clamagirand Saiz, del grupo de trabajo Psicología y Obesidad de la SEEDO, afirma que “el alto impacto emocional de la pandemia incrementa el nivel de ansiedad, el estrés y el miedo. Además, hemos sufrido un cambio de hábitos: más sedentarismo, más consumo de alcohol y más sensación de hambre”. 


Por ello, determina la importancia del “cuidado emocional para prevenir la obesidad”. Entre las edidas que señala destaca:

“- aceptar de la situación- centrar la atención aquí y ahora

- centrarnos en lo que sí hemos podido hacer

- enfocar la situación como un desafío

- tomar conciencia de las emociones y aceptarlas”.


La Acción Local en Salud se presenta como un espacio ideal para abordar esta problemática desde los Planes Locales de Salud.

La línea de hábitos saludables se convierte en una potente herramienta de sensibilización y prevención de esta enfermedad que, entre la población general, aún cuesta reconocerla como tal, si no que, la trata más bien, como una cuestión estética. 

Consulta nuestros materiales de la campaña "Frente al COVID-19, Salud Local" 


                                                                                                                                 


                                                                            Sonia Jiménez Palenzuela

 Técnica de Educación para la Salud y  
Acción Comunitaria para la Acción Local en Salud
Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce
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