En palabras
de la OMS, “nuestro mundo es desigual”.
Son factores individuales, sociales,
culturales, económicos y ambientales los que determinan tanto nuestro estado de
salud como de enfermedad.
En este
sentido, la OMS define los factores determinantes
de la salud como el “Conjunto de factores personales, sociales, políticos
y ambientales que determinan el estado de salud de los individuos y las
poblaciones”. De este modo, podríamos resumir los determinantes de la salud en 4 grandes grupos:
1. Biología humana (carga genética,
envejecimiento, resistencia a la enfermedad).
2. Medio ambiente (contaminación física,
química, biológica, social y cultural).
3. Estilos de vida y conductas de salud
(abuso de sustancias, sedentarismo, nutrición, estrés, violencia, actividades
de riesgo).
4. Sistema de asistencia
sanitaria (tipo de servicios sanitarios, equidad y utilización de los
mismos, accesibilidad).
En todos los
tiempos y lugares, las enfermedades no
se distribuyen por el azar, sino que están profundamente determinadas por
todos estos factores, es decir, por la estructura
social, política y económica en la que vivimos, y es bien sabido, que las
personas no estamos equitativamente posicionadas respecto a estas estructuras,
sino que hay grandes diferencias en
función del lugar en el que nacemos y nos desarrollamos.
Equidad en Salud significa
que todas las personas pueden desarrollar su máximo potencial de salud
independientemente de su posición social u otras circunstancias determinadas
por factores sociales.
A veces nos
encontramos con determinadas situaciones en las que poco o nada podemos hacer
para intentar paliar estas desigualdades en salud, normalmente motivadas por factores
genéticos o fisiológicos en los que el avance de la ciencia juega un importante
papel, pero en la mayoría de las ocasiones, esta falta de equidad en salud, esta diferencia en nuestro bienestar,
está motivada por factores sistémicos,
generados por el entorno social y por lo tanto, “modificable”.
Como ha
puesto de manifiesto la COVID-19,
algunas personas pueden llevar una vida más sana y tener mejor acceso a los
servicios de salud que otras, debido enteramente a las condiciones en las que
nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen.
Un ejemplo de estas desigualdades sociales
y por tanto evitables serian:
1. No todo el
mundo llega a fin de mes con los ingresos
que recibe.
2. Las condiciones de vivienda y educación no
son iguales para tod@s, por lo tanto, también hay desigualdad a la hora de
conseguir un buen empleo.
3. La desigualdad de oportunidades por
razones de género son otro factor
que agrava la situación de inequidad, sobre todo dependiendo del contexto en el
que nacemos y nos desarrollamos.
4. No todo el
mundo tiene el mismo acceso a entornos
seguros, al uso y disfrute de aire y agua en buenas condiciones, servicios de
salud, etc.
Por lo tanto, todo ello provoca:
·
Sufrimientos
innecesarios.
·
Enfermedades evitables y
muertes prematuras.
·
Y perjudica a nuestras sociedades y economías.
Como se ha
comentado anteriormente, un claro ejemplo de todo esto lo estamos viviendo en
la actualidad con la crisis de la
COVID-19, que está teniendo un impacto sin precedentes a nivel mundial,
pero este impacto no está siendo igual para todas las personas.
De este modo,
es momento de centrar todos nuestros esfuerzos en que todas las
personas:
·
Tengan unas condiciones
de vida y de trabajo que favorezcan la buena salud.
·
Que puedan acceder a
servicios de salud de calidad cuando y donde los necesiten.
En este
sentido, desde los Planes Locales de
Salud intentamos centrar nuestros esfuerzos para el logro de esta equidad
en salud teniendo en cuenta, en todo momento, una serie de recomendaciones a la hora de elaborar dichos planes:
· Compromiso y voluntad política.
· Abordaje de los problemas de
salud desde la Estrategia de Salud y Equidad
en todas las Políticas.
· Formación y
sensibilización en desigualdades a los diferentes agentes
implicados en los Planes Locales de Salud.
· Estrechar la
brecha en salud entre los más desfavorecidos de la sociedad
y los menos desfavorecidos, a través del diseño de acciones tienen que ser
universales, pero con una escala de intensidad que es proporcional al nivel de
desventaja (Universalismo proporcional).
· Incorporar la participación de los diferentes grupos
sociales, sobre todo de aquellos más desfavorecidos.
En
definitiva y a modo de resumen, los Planes
Locales de Salud tendrían que
centrar sus objetivos en:
1. Incrementar
los recursos maternos-infantiles.
Sobre todo apoyo en los primeros años de vida.
2. Prevenir el embarazo adolescente y apoyar a los
padres adolescentes.
3. Promover los cambios de hábitos en grupos
vulnerables, como la reducción del tabaquismo.
4. Mejorar la calidad de las viviendas
sobre todo donde vivan menores y personas mayores.
5. Facilitar transporte público en las
zonas más desfavorecidas para tener acceso al trabajo, a la escuela y los
servicios sanitarios.
6. Mejorar los entornos. Hacer una
planificación urbana saludable.
7. Formar a los responsables políticos y
demás profesionales que trabajen en la mejora de la salud y explicar a la
población qué es la equidad en salud.
·
Día Mundial de la Salud
2021: https://www.who.int/es/campaigns/world-health-day/2021
·
Herramienta para la
incorporación de la perspectiva de la equidad en salud en Planes locales de salud: https://www.redlocalsalud.es/project/guia-incorporar-equidad-en-salud-en-pls/
·
Guía metodológica para
integrar la Equidad en las Estrategias, Programas y Actividades de Salud: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/promocion/desigualdadSalud/jornadaPresent_Guia2012/GuiaMetodologica_Equidad.htm
·
Equidad en Salud y COVID-19.
Análisis y propuestas para abordar la vulnerabilidad epidemiológica vinculada a
las desigualdades sociales: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/documentos/COVID19_Equidad_en_salud_y_COVID-19.pdf
·
Minuto Experto 89 -
Desigualdades en salud: https://youtu.be/w_oyOYsQD0c
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