Son momentos de incertidumbre y de adaptación los que estamos viviendo a causa de la situación de pandemia en la que estamos inmersos; momentos en donde la información que recibimos nos llega teñida por la dicotomía que provoca elegir entre el pan o la salud, y que en aras de buscar puntos de encuentro, generan información confusa y a veces contradictoria.
Es en estos momentos de
crisis donde LA COMUNIDAD, la gran afectada, debería tomar las riendas de su
destino, porque al final, es a través de nuestras decisiones desde donde
podemos encontrar el camino de poner freno y medidas de control a la situación en
la que nos encontramos, aunando esfuerzos para, en la medida de lo posible,
recobrar esa normalidad arrebatada por el COVID19.
En este sentido, los
Planes Locales de Salud y la RED que los sustenta, pueden ser un escenario
propicio desde donde coordinar acciones y actividades encaminadas a empoderar a
la comunidad para pasar a ser parte activa de la situación.
Según Yuval Noah
Harari, “hace 70.000 años,
nuestros antepasados eran animales insignificantes. Su impacto en el mundo no
era mucho mayor que el de las medusas, las luciérnagas o los pájaros
carpinteros. Sin embargo, hoy controlamos el planeta. Y la pregunta es: ¿Cómo
hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo hemos pasado de ser simios insignificantes,
preocupados por sus propios problemas en un rincón de África, a ser los
gobernantes del planeta Tierra?
Queremos creer que hay
algo especial en mí, que me hacer ser superior a un perro, a un cerdo o a un
chimpancé. Pero lo cierto es que en el
plano individual soy vergonzosamente parecido a un chimpancé. Y si nos
llevaran a un chimpancé y a mí juntos a una isla desierta y tuviésemos que
luchar por sobrevivir para ver quién lo hace mejor, desde luego yo apostaría
por el chimpancé y no por mí.
La verdadera diferencia entre los humanos y el resto de los animales
no está en el plano individual, está en
el plano colectivo. Los humanos controlan el planeta porque son los únicos
animales que pueden cooperar flexiblemente
y en masa. Otros animales como los mamíferos, pueden cooperar, pero lo
hacen solo en grupos pequeños porque la cooperación entre ellos se basa en
el conocimiento íntimo del otro. El único animal que puede combinar las dos habilidades a la vez y cooperar de forma tanto
flexible como en masa somos nosotros.
Los humanos podemos concentrarnos por decenas de miles, y normalmente el resultado no es el caos. Lo que obtenemos son redes de cooperación sofisticadas y eficaces. Todos los grandes logros de la historia de la humanidad, desde construir pirámides hasta viajar a la Luna, no se han basado en habilidades individuales sino en la capacidad de cooperar en masa de forma flexible.
Sin embargo, incluso aunque no nos conocemos,
podemos trabajar juntos para crear este intercambio mundial de ideas. La cooperación no siempre ha sido para bien,
por supuesto. Todas las cosas horribles que los humanos hemos hecho a lo largo
de la historia, y hemos hecho algunas cosas verdaderamente horribles, todas
esas cosas también se basaron en la cooperación a gran escala: Las prisiones,
los mataderos, los campos de concentración, etc.
¿Cómo lo hacemos exactamente? La respuesta es nuestra
imaginación. Podemos cooperar flexiblemente con infinidad de desconocidos
porque solo nosotros de todos los animales del planeta, podemos crear y creer fábulas, historias de ficción.
Y si todos creen en la misma fábula, entonces todos obedecen y siguen las
mismas reglas, las mismas normas, los mismos valores. Por otra parte, nosotros usamos el lenguaje no solo para describir
la realidad sino para crear nuevas realidades, realidades inventadas. Y si
todos creen la historia que acabo de inventar, todos seguirán las mismas
normas, las mismas leyes y los mismos valores y podrán cooperar. Solo los
humanos creemos esas historias, y así es como controlamos el mundo.
La nueva realidad no ha traído
consigo la desaparición del coronavirus. Somos conscientes de que esta nueva enfermedad
está ahí pero hemos relajado las precauciones que hay que
tomar para evitar su contagio.
Después de meses de confinamiento, sin poder ver a familiares y amigos, era normal que los primeros viajes, reuniones o encuentros fueran para estar con las personas queridas con las que no convivimos normalmente. A estas reuniones se suman la incorporación a la actividad laboral, fiestas nocturnas, celebraciones deportivas masivas o botellones entre los más jóvenes. En todos estos casos nos hemos relajado y no se guarda la distancia social ni el uso de mascarillas.
Son estos encuentros y celebraciones los que han
provocado en las últimas semanas nuevos brotes de Covid-19 en
muchas de las comunidades. Es la transmisión comunitaria del coronavirus:
contagios entre familiares y amigos, una transmisión local. https://bit.ly/3nq47Fz
Las epidemias nacen
y mueren en las comunidades. Es fundamental que
las comunidades reciban la información y materiales de prevención y ayuda
suficientes que las capaciten, que las empoderen, ya que son imprescindibles
para encontrar y frenar los brotes, salvar vidas, acelerar la recuperación y
ayudar al restablecimiento de la normalidad. https://bit.ly/3nAN4AO
Es en este contexto, donde los Planes Locales de Salud y la Red
Local de Acción en Salud que los sustenta, cobran un protagonismo especial, como instrumento,
herramienta, a través de los cuales, empoderar
a la Comunidad para poner freno a la Pandemia.
De este modo, desde los Planes Locales de Salud
sería conveniente trabajar desde una
doble vertiente:
- Trabajar medidas COVID19 como una Línea de Intervención propia de los Planes.
- Incluir la perspectiva COVID, de manera transversal en todas las Líneas de actuación que contemplen los planes.
Para ello, y en base a recomendaciones de la OMS, los Planes Locales de Salud deberían
tener en cuenta, para que las medidas que contemplan sean eficaces, una serie
de criterios:
- Adoptar un enfoque intersectorial coordinado para
todo el gobierno y toda la sociedad;
- Promover la
coordinación y la coherencia de las medidas
en todos los niveles de gobernanza;
- Identificar los peligros existentes y las vulnerabilidades;
- Identificar y
proteger equitativamente a los subgrupos
de población vulnerables;
- Considerar las diversas interacciones sociales y culturales con las normas, percepciones y cuestiones sanitarias;
- Considerar el grado de dependencia del sector o la economía informal;
- Considerar los medios más apropiados para comunicar la información;
- Asegurar la prestación continuada de servicios esenciales;
- Asegurar la
preparación de los servicios de salud
para hacer frente a la COVID-19, e identificar y movilizar recursos
adicionales;
- Asegurar medios de transporte público y viviendas adecuadas, reducir el riesgo de que las personas se queden sin hogar y prever la emigración y la movilidad;
- Asegurar la debida consideración al mantenimiento del bienestar mental;
- Asegurar, en lo posible, la adopción de medidas fundamentadas en una sólida base científica, que justifiquen los consiguientes efectos sobre las vidas y los medios de subsistencia.
Conviene a todos beber un poco de ese manantial de sabiduría llena de sencillez y profundidad. Gracias
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