Un filósofo holandés dijo en una ocasión que si queremos preservar
la cultura, debemos continuar creándola (Johan Huizinga). Parece que nuestros pueblos han sido muy conscientes de
este aserto y se han puesto a generar un sinfín de propuestas culturales durante
el periodo de confinamiento.
Pero deberíamos detenernos brevemente
para intentar acotar un término tan poliédrico como es el que nos trae este artículo.
La RAE nos da varias acepciones de cultura, la primera de ellas es muy sugerente, la equipara al término “cultivo”, o sea la cultura como fruto de la siembra y el cuidado de la simiente y su proceso; en este sentido podríamos afirmar que si plantamos cultura, recogeremos ciudadanos cultos.
La RAE nos da varias acepciones de cultura, la primera de ellas es muy sugerente, la equipara al término “cultivo”, o sea la cultura como fruto de la siembra y el cuidado de la simiente y su proceso; en este sentido podríamos afirmar que si plantamos cultura, recogeremos ciudadanos cultos.
La segunda de las acepciones, también muy hermosa,
nos habla del “conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”. Sin lugar a dudas una visión interesante de la cultura, que nos identifica
a la ciudadanía culta con la ciudadanía crítica, a más nivel cultural, mayor capacidad de crítica, por tanto más competencia para tomar mejores decisiones.
Y la tercera de ellas, más antropológica, que es la más generalizada y utilizada, considera la cultura como el “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”
De cualquier manera, la cultura es lo que
define a los municipios y a las comunidades, los hechos culturales son el
elemento diferencial de los pueblos.
Aquí podría preguntarse un
lector crítico ¿Qué tiene esto que ver con la salud y con la pandemia de
COVID19? Si tenemos en cuenta que la función de la cultura no es otra que la de
“garantizar la supervivencia y facilitar la adaptación de los sujetos en el
entorno”, no ha de sorprender
que en un espacio temporal como éste que nos ha tocado gestionar, sean los usos
culturales los que mitiguen, en cierta medida, los efectos que suponen un cambio tan
brusco en nuestra forma de vivir.
Parece
interesante conocer cuáles han sido estas propuestas que nos han ayudado a amortiguar
el impacto en nuestra salud del que hablábamos, de las circunastancias derivadas de la situación de pandemia.
En
los pueblos que desarrollan la Acción Local en Salud en la provincia de Huelva,
los hallazgos son de lo más variado:
Concursos, exposiciones o muestras fotográficas, como los que han
realizado Aljaraque, Ayamonte, Lepe, Rociana
del Condado, Zalamea
la Real, Puebla
de Guzmán, donde para aprovechar los
primeros paseos al exterior, organizaron un curioso Safari
Fotográfico.
Se
han repartido a los niños, dibujos con paisajes del pueblo para colorear en Santa
Bárbara de Casa.
Microconciertos online como el de la Escuela de Música de Gibraleón, el ciclo de “Solos en vivo” de Huelva, o Actuaciones musicales de artistas locales
en Nerva, o el de los profesores del Aula de Música de Villalba
del Alcor o de Almonte.
Lecturas colectivas,
muchas de ellas coincidiendo con el Día del libro, donde prácticamente todos
los municipios realizaron planteamientos culturales: sirvan de ejemplos los de Aracena,
Moguer,
Calañas,
Isla
Cristina.
Concursos literarios como
el de Lepe, San Bartolomé de la Torre, o
recomendaciones de lecturas como en Nerva,
o Villanueva de
los Castillejos.
Videos musicales como
este de Jabugo,
o este de Nerva
interpretando canciones significativas de este confinamiento, o el especial “Tu
cara me suena” de Punta
Umbría. También en Santa Ana la Real,
han promovido el envío de videos de saludo y apoyo a los que viven fuera de la
localidad #Santerosdesdefuera.
O propuestas más
eclécticas que recogen diferentes expresiones culturales en una sola iniciativa
como “Rocío Cultural” en Almonte,
“Amo la cultura en casa” de Bonares,
“Cultura en casa” de Cartaya,
“Iniciativa por la cultura” de Minas
de Riotinto, “Yo me quedo en casa… dibujando,
escribiendo, leyendo…” de Punta
Umbría.
Por complementar,
recordamos que el Ministerio de Cultura ha puesto a disposición de la
ciudadanía un importante abanico de recursos dentro de la campaña #LaCulturaEnTuCasa.
Como
decíamos al principio, necesitamos cultivar cultura para recoger hombres y
mujeres cultas, con espíritu crítico, que sabrán tomar mejores decisiones; serán, con toda seguridad, personas más sanas.
Autor
Isidoro Durán Cortés
Técnico de salud para la implantación de las Unidades de ALS de Huelva
Enhorabuena señor Isidoro. Muy buena reflexión y muy acertada.
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