Aunque
hace ya unos cuantos años que comenzó su andadura el Proyecto
"RELAS", allá por el verano de 2008 y, encontrándonos por
el camino alguna que otra reflexión acerca del mismo, quisiera poder
compartir en este post, una opinión y visión particular del camino
recorrido desde un punto de vista de filosofía de vida.
"Cuando
emprendas tu viaje a Ítaca
pide
que el camino sea largo,
lleno
de aventuras, lleno de experiencias...
...Pide
que el camino sea largo.
Que
muchas sean las mañanas de verano
que
llegues a puntos nunca vistos antes.
...Ten
siempre Ítaca en tu mente.
Llegar
allí es tu destino.
Más
no apures nunca el viaje.
Mejor
que dure muchos años
y
atracar, viejo en la isla,
enriquecido
de cuanto ganaste en el camino
sin
aguantar a que Ítaca te enriquezca...
Ítaca
te brindó tan hermoso viaje.
Sin
ella no habrías emprendido el camino..."
Extracto
de "Camino a Ítaca"
Konstantino
Kavafis
Estos
tiempos que corren y nos envuelven, son tiempos de cambios, prisas y
ajustes estructurales a velocidad de vértigo, y la mayoría de los
mismos giran entorno a las necesidades que nos marca la Santa Madre
"Economía".
En
este contexto de globalización, rapidez y visión imperante a corto
plazo más que a medio y largo plazo, la mirada tiende a ponerse en
los resultados de las acciones e iniciativas que se emprenden,
cumpliendo de este modo los principios de eficacia y eficiencia que
marca la Santa Madre, pasando por alto en muchas de las ocasiones el
CAMINO y el RUMBO que tomamos.
Si
bien es cierto que al privilegiar el resultado conseguimos momentos
de gloria cuando lo logramos, el CAMINO es quien nos marca la
dirección, y la dirección es mucho más que un resultado; y es que
en realidad no sirve de nada saber donde estamos, si no sabemos a
donde vamos, es decir, sin un rumbo.
-
La META sería el punto de llegada.
-
El CAMINO el cómo llegar, los recursos.
-
El RUMBO, la dirección, el sentido, muy influenciado por la experiencia adquirida en el camino.
En
el contexto de la Acción Local en Salud (ALS), tenemos como meta la
mejora del estado de salud de la ciudadanía a través de la
elaboración e implantación de Planes Locales de Salud (PLS),
contando para ello con una metodología y recursos, que junto con los
años de experiencia nos marca el camino.
En
líneas generales, en el contexto socio-económico en el que nos
encontramos, se privilegia el logro de metas-resultados a la hora de
rendir cuentas, evaluando lo alcanzado en términos de "Productos
obtenidos", tangibles.
Siendo
conscientes de la importancia que para la continuidad y el apoyo de
proyectos e iniciativas conllevan los resultados, sería de recibo no
olvidar y poner en valor la cantidad de beneficios y logros que tanto
a nivel individual como comunitario otorga el CAMINO en el proceso
ALS.
En
este sentido, sería conveniente resaltar los grandes beneficios que
en su caminar aporta el proyecto RELAS a entidades, a la
ciudadanía implicadas, en forma de planificación estratégica,
empoderamiento, corresponsabilidad en salud, tanto en planificación
como en auto-cuidados, y en formar parte en el diseño, planificación
y desarrollo de sus propios rumbos y caminos, a través de la
participación en ALS, uno de los pilares del Proyecto.
Cuando
se trabaja desde la participación, con los "otros", ¡se
camina más despacio, pero se llega más lejos que andando solo!
Para
la búsqueda de resultados en salud, existen atajos, sobre todo a
través de la medicalización, que amansa pero no siempre evita; a veces pan
para hoy y hambre para mañana; atajos en donde los hábitos y
estilos de vida son los determinantes, los protagonistas de nuestra
salud.
De
este modo, considero que la búsqueda de la salud estaría más en
armonía con encontrar el RUMBO, estar en el CAMINO y que ese camino
sea el adecuado.
Así,
desde el Proyecto RELAS, sin volver la espalda al logro de
"Productos", el mero hecho de guiar, de ayudar, acompañar
en el camino a entidades y ciudadanía con rumbo adecuado hacia un
estado de vida más saludable, es en sí un logro que bien merece la
pena un reconocimiento.
...y
recordar que evaluando solamente a través de los resultados, se
arriba a falsas conclusiones de la realidad, y si no, que se lo
pregunten a Joaquín González, un sacerdote de un pueblecito de uno
de los maravillosos cuentos de Jorge Bucay:
"Había
una vez, en un pueblo, dos hombres que se llamaban Joaquín González.
Uno era sacerdote de la parroquia y el otro era taxista. Quiere el
destino que los dos mueran el mismo día. Entonces llegan al cielo,
donde los espera San Pedro.
-
¿Tu nombre?- Pregunta San Pedro al primero.
-
Joaquín González.
-
¿El sacerdote?
-
No, no, el taxista.
San
Pedro consulta su plantilla y dice:
-
Bien, te has ganado el paraíso. Te corresponden estas túnicas
labradas con hilos de oro y esta vara de platino con incrustaciones
de rubíes. Puedes entrar...
-
Gracias, gracias...- Dice el taxista.
Pasan
dos o tres personas más, hasta que le toca el turno al otro.
-
¿Tu nombre?
-
Joaquín González.
-
El sacerdote...
-
Sí.
-
Muy buen, hijo mío. Te has ganado el paraíso. Te corresponde esta
bata de lino y esta vara de roble con incrustaciones de granito.
El
sacerdote dice:
-
Perdón, no es por desmerecer, pero...debe de haber un error. ¡Yo
soy Joaquín González, el sacerdote!
-
Sí, hijo mío, te has ganado el paraíso, te corresponde la bata de
lino...
-
¡No, no puede ser! Yo conozco al otro señor, era un taxista, vivía
en mi pueblo, ¡era un desastre como
taxista! Se subía a las veredas, chocaba todos los días, una vez se
estrelló contra una casa, conducía muy mal, tiraba los postes del
alumbrado, se llevaba todo por delante... Y yo me pasé setenta y
cinco años de mi vida predicando todos los Domingos en la parroquia,
¿cómo puede ser que a él le den la túnica con hilos de oro y la
vara de platino y a mí esto? ¡Debe de haber un error!
-
No, no es ningún error- dice San Pedro-. Lo que pasa es que aquí,
en el cielo, nosotros nos hemos acostumbrado a hacer evaluaciones
como las que hacen ustedes en la vida terrenal.
-¿Cómo?
No entiendo...
-
Claro...ahora nos manejamos por resultados...Mira, te lo voy a
explicar en tu caso y lo entenderás enseguida: Durante
los últimos 25 años, cada vez que tu predicabas, la gente se
dormía; pero cada vez que el taxista conducía, la gente
rezaba.¡¡RESULTADOS!!! ¿Entiendes ahora?
Antonio
García Moreno
Técnico de Salud en Educación para la Salud y Participación Comunitaria
Distrito Sanitario Almería
Delegación Territorial de Salud y Familias de Almería
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