LA INTERSECTORIALIDAD EN LA ACCIÓN LOCAL EN SALUD

Una de las mayores virtualidades que genera el proceso de construcción de un Plan Local de Salud, es sin duda el incremento de la eficacia de las acciones que se plantean. El presupuesto de Intersectorialidad con el que parte la Acción Local de Salud, supone el compromiso de todos los actores de respetar la acción común.

Pero ¿Tenemos claro de qué hablamos cuando manejamos el término Intersectorialidad?, no se trata de una palabra que a fuerza de utilizarse ha perdido parte de su contenido?

Es necesario comenzar por reconocer que lo sectorial tiene distintos significados y, en consecuencia, también la noción de intersectorialidad. Uno de ellos remite a lógicas de acción colectiva, distinguiéndose así entre el sector público, el sector mercantil, el sector privado no mercantil, las asociaciones,  o las propias comunidades. En ese marco, la intersectorialidad alude a las relaciones entre tales sectores y cubre el estudio de las diferentes modalidades de asociación público-privada relacionándose con conceptos como sociedad civil, diversidad de actores  y gobernanza; básicos en la propuesta de SALUD EN TODAS LAS POLITICAS.

Otro significado de sector remite más bien a especialidades organizacionales y funcionales de la propia administración pública, muy evidente en el caso local, en el que nos encontramos sectores, tales como educación, salud, juventud, cultura, economía, agricultura, etc. La intersectorialidad, en este caso, se refiere en primera instancia a la relación entre diversos sectores gubernamentales.

En este sentido, en los últimos tiempos ha cobrado vigor a la hora de estudiar la Intersectorialidad hacerlo desde el marco de las relaciones interorganizacionales.

Ahora bien, lo que encontramos en todas estas concepciones es que la intersectorialidad, concebida como la relación del sector público con el sector privado, en cualquiera de sus manifestaciones, tiende a estar vinculada a una posible mejora del desempeño en la provisión de determinados servicios públicos que no se produciría si la acción se desarrolla unilateralmente

Dicho esto, resulta evidente que en la puesta en práctica hay que buscar fórmulas de manejo de las acciones compartidas de manera que todos los intervinientes en su diseño puedan incorporarlas a su programa de trabajo. Para que una estrategia intersectorial sea exitosa, todos deber resultar beneficiados pos su implementación.

Esto en la práctica puede suponer un problema, puesto que muchas instituciones necesitan justificar su actuación por medio de acciones propias, lo que lleva sin remedio a duplicar esfuerzos, con la consiguiente pérdida de eficacia, y lo que es peor con el desconcierto de la ciudadanía que ve que días clave para mostrar elementos comunes, como el día Internacional de la Infancia, el de la mujer trabajadora o el de las capacidades distintas, por poner solo algunos ejemplos, se plantean diversas actividades con contenidos similares, muchas veces coincidentes en el espacio e incluso, a veces en el tiempo; todo esto supone una merma de la credibilidad de las instituciones ante la ciudadanía que tendrá difícil reversión.

Precisamente la disposición de estas actuaciones dentro de un Plan de Acción diseñado desde los distintos sectores, áreas e instituciones, va a permitir incorporar cierto nivel de ordenación, coherencia y complementariedad en las propuestas.

Por ello, en el modelo de nuestros Planes,  adquiere especial importancia  la conformación de un potente Grupo Motor que integre la mayoría de los sectores claves en el desarrollo del Plan Local de Salud.

En definitiva, un Plan Local de Salud intersectorial, no deja de ser una forma de ponerse frente a frente aquellos que habitualmente no lo están, plantear un objetivo común y diseñar el camino que habrá de seguirse para conseguirlo.

José Luís Guruceláin Raposo. Jefe de Servicio de Salud Pública de la DTS.

Isidoro Durán Cortés. TALS Huelva.