Cuando un municipio se adhiere a RELAS y tienen lugar las primeras reuniones, se va generando un compromiso entre ese grupo de personas que han decidido que algo tenía que cambiar en su municipio.
Teniendo en cuenta que la ciudadanía
es protagonista en la salud de su municipio no solamente identifica los
problemas sino que también propone ideas
para conseguir mejorar la situación aunque no tengan definido el Cómo llevarlas a cabo.
La metodología RELAS permite que
además de poder utilizar los recursos disponibles y optimizar los que proponen
las Administraciones Públicas como Planes, guías, programas, todos ellos
estudiados para obtener resultados en salud, prevalece en la ciudadanía el
deseo de crear actividades que ellos
sienten como suyas y que consideran las más exitosas por ser conocedora de su
municipio.
Podríamos citar como ejemplo un
municipio de la provincia de Córdoba. Uno de sus objetivos era la prevención de sobrepeso y obesidad en
la infancia que se situaba un poco por encima de la media andaluza a pesar del
trabajo en las consultas de pediatría y la implicación del sector educativo.
La actividad “reina” propuesta por el
grupo motor fue la de organizar una“Campaña
sobre prevención de obesidad en la población infantil” proponiendo varias
charlas coloquios a los padres y madres sobre los buenos hábitos en
alimentación y ejercicio teniendo en cuenta los horarios más favorables a las
familias y dadas por la pediatra que se desplazó hasta la sala de reuniones del
ayuntamiento.
Elaboraron un cuadernillo que los niños y niñas recibieron en el colegio y en el que tenían que anotar los tipos de comidas que hacían, sabiendo que si cumplían ciertos criterios establecidos recibirían un premio. El cuadernillo constaba de 90 páginas (una por cada día de la campaña), con la impresión de los alimentos “saludables” y listados de los “no saludables” para que el niño marcara lo que comía. Al final del día los padres firmaban la hoja al igual que su maestra confirmando si en efecto se habían cumplido las reglas de la “campaña”. Una vez a la semana recorrían su municipio a la hora del recreo.
Elaboraron un cuadernillo que los niños y niñas recibieron en el colegio y en el que tenían que anotar los tipos de comidas que hacían, sabiendo que si cumplían ciertos criterios establecidos recibirían un premio. El cuadernillo constaba de 90 páginas (una por cada día de la campaña), con la impresión de los alimentos “saludables” y listados de los “no saludables” para que el niño marcara lo que comía. Al final del día los padres firmaban la hoja al igual que su maestra confirmando si en efecto se habían cumplido las reglas de la “campaña”. Una vez a la semana recorrían su municipio a la hora del recreo.
Esta Campaña funcionó. Pertenecía al
municipio. No había recursos económicos. El dinero es un recurso, pero no el
único. Se puede paliar con creatividad, innovación y originalidad. Las Ferias
de la salud, las Plazas de la salud son también unas de las muchas actividades
que van realizando los grupos motores que trabajan como un equipo, puesto que
su fin es común: "Dar protagonismo a la
ciudadanía".
Nicole Palacio
Técnica Acción
Local en Salud. Cordoba
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