Actuaciones ante el riesgo cardiovascular desde los Planes Locales de Salud

Hoy no venimos a hablaros de un tema novedoso, ni tan siquiera lo abordaremos desde un punto de vista original, pero sin duda, tiene la suficiente importancia para reiterarlo una y otra vez, éste no es otro que la relación que existe entre nuestra forma de vivir y el nivel de salud del que disfrutamos.

Desde el año 2005, la Comisión Europea convoca en torno al 14 de marzo el Día Europeo para la prevención del Riesgo Cardiovascular, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención de las enfermedades cardiovasculares, que constituyen la primera causa de muerte en el mundo, según la OMS. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/the-top-10-causes-of-death).

Principales causas de muerte en el mundo en 2019.

Pero parémonos a reflexionar sobre algunos aspectos importantes:

¿A qué llamamos riesgo cardio vascular?

Entendemos como riesgo cardiovascular, la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una enfermedad cardiovascular dentro de un determinado plazo de tiempo. Lo que da a entender que cada uno de nosotros tenemos un nivel de riesgo distinto, que va a depender fundamentalmente del número de factores de riesgo presentes en cada individuo.

De entre esos factores podemos distinguir unos que no se pueden modificar, como son la edad, el sexo, los antecedentes familiares; y otro grupo que sí son susceptibles de modificación y por tanto de ser objeto de intervención, entre estos tenemos:

• Hipertensión arterial,

• Dislipemias,

• Diabetes,

• Sobrepeso y obesidad,

• Tabaquismo,

• Abuso del alcohol,

• Ansiedad y estrés.

Los cuatro primeros van frecuentemente asociados y ponen en marcha el síndrome metabólico, y junto al tabaquismo se señalan como el campo de intervención principal para la prevención de estas patologías.

¿Cómo prevenir el Riesgo cardiovascular?

La forma de hacerlo no es otra que la mejora de nuestra calidad de vida en general, para ello debemos actuar en los factores de riesgo que hemos catalogado como modificables, incidiendo en algunos elementos como el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso y el control del colesterol y de la tensión arterial.

Algunas estimaciones publicadas cifran en un 80 % las posibilidades de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares (enlace), mediante la promoción de estilos de vida saludable, que junto a la información y la educación para la salud sobre pautas de conductas cardio saludables.

¿Cuál es el papel de los Ayuntamientos en esta prevención?

El Ayuntamiento como agente impulsor de políticas públicas, que gestiona muchas facetas que afectan de manera importante a la vida de las personas que conforman el municipio, tiene un protagonismo esencial y unas posibilidades enormes de incorporar la visión de la promoción de la salud como factor esencial y determinante de la calidad de vida, y, al fin de cuentas, ¿Cuál es la meta máxima de un gobierno municipal? No puede ser otra que la de procurar el bienestar, la calidad de vida y la felicidad a sus vecinos/as.

En las competencias de los Ayuntamientos se encuentra el urbanismo, es decir el diseño de los espacios donde viven las personas, la infraestructuras, la organización de actividades culturales, el deporte, la gestión del agua y del aire, la inspección de las actividades comerciales, espectáculos públicos, turismo, servicios sociales, igualdad, juventud, etc., elementos todos ellos que de una u otra forma afectan a nuestros estilos de vida.

Por tanto a la hora de programar sus actividades sería conveniente incorporar esa visión salubrista en el convencimiento de que, con su acción puede contribuir a controlar esos factores de riesgo referidos.

Ahí es donde aparece el Plan Local de Salud como una herramienta transversal de gestión municipal que intenta alinear todos los recursos municipales al objetivo de la mejora de la salud y la calidad de vida de las personas.

Son muchos los ejemplos de acciones que se desarrollan desde los Planes Locales de Salud orientadas a la promoción y prevención de la aparición del riesgo cardiovascular que podríamos traer com ilustración de nuestro artículo, solo por mencionar algunas de ellas:

La lucha contra el sedentarismo a través de programas de senderismo, iniciativas para ir andando a los colegios, gimnasia de mantenimiento para las personas mayores, actividades de contaje y acumulación de pasos (millón de pasos, cartilla de pasos, etc.).
Luchar contra el sobrepeso y la obesidad a través de programas de asesoramiento y pérdida de peso, colaboración con los colegios en la iniciativas de salud escolar, organizar actividades de capacitación nutricional, etc..
Enseñar a gestionar las emociones y a manejar los conflictos y el estrés, a través de actividades formativas/informativas.
Promover actuaciones de sensibilización ante las conductas adictivas, sobre todo en edades tempranas, favorecer el abandono del tabaquismo, luchar contra el consumo abusivo de alcohol, manejo y abuso de pantallas en menores, etc.

El campo es enorme y cada día se incorporan nuevas iniciativas que se orientan a prevenir estas conductas de riesgo a través de la mejora de los estilos de vida y que enriquecen las Buenas prácticas de Acción Local en Salud (Enlace).

En este sentido también es de destacar las distintas iniciativas de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía a través del portal de la Estrategia de Promoción de una Vida Saludable (Enlace) o la publicación de Mi guía de Salud (Enlace).

Para este 14 de marzo, la Fundación Española del Corazón (FEC) nos propone como material de divulgación este video denominado recuperemos el Estilo de vida mediterráneo. (Enlace)